¿Sabes cómo te comunicas cuando quieres o necesitas atención, tranquilidad, afecto o apoyo emocional? Que buen lugar para buscar… Muchos de nosotros no aprendimos la forma correcta de pedir lo que necesitamos o de alguna manera fuimos castigados por pedir un poco más de amor, cariño o atención. Por eso hemos aprendido a actuar como si todo estuviera siempre bien, a fingir que lo tenemos todo bajo control, que estamos bien sin ello, o a sentirnos avergonzados o egoístas por quererlo. Esto puede hacer que no preguntemos por miedo a ser rechazados. Entonces lo que termina pasando es que cuando estamos en una relación (no solo romántica, sucede con amigos, familiares, socios comerciales), tendemos a tener la expectativa de que nuestra pareja necesita poder leer nuestra mente y si no, hacemos escenas, las representamos, las presionamos y las rechazamos. ¿Para qué? Para que sientan el rechazo que estamos sintiendo nosotros, que se sientan culpables y les manipulemos para que sean ellos los que tengan que esforzarse más para hacernos sentir amados y tranquilos. Esto puede acabar provocando grandes inseguridades e incertidumbre en ambos socios.
Si queremos resultados diferentes, debemos aprender a ser valientes y vulnerables para pedir lo que queremos de manera amable y amorosa. Dile a tu pareja: “¿Crees que puedes abrazarme? Quiero sentirme cerca de ti ahora mismo” es mucho más efectivo que ignorarlos porque no sabían que lo que querías era un simple abrazo. Si queremos sentir una verdadera intimidad, debemos dejar de lado estos viejos patrones y formas de aprender (más inconscientemente), que en realidad nunca funcionaron. Aprende a comunicar lo que realmente sientes para que tu pareja entienda lo que necesitas y vea cuáles son las formas de apoyarte y amarte. Las relaciones florecen a través de una comunicación sana, el respeto, la vulnerabilidad y el aprecio mutuo.
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